10 abril 2011

BIBLIOGRAFÍA






  • http://www.revistafusion.com/2005/marzo/temac138.htm
  • http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_4901000/4901778.stm
  • http://medicinaparatodos-juan.blogspot.com/2009/03/enfermedades-inventadas.html
  • http://www.psicologia-online.com/foros/viewtopic.php?f=31&t=48865
  • http://blogs.periodistadigital.com/periodismo.php/2007/03/21/title_172
  • http://ankara-guribe.blogspot.com/2009/04/la-etica-y-responsabilidad-social.html
  • http://es.wikipedia.org/wiki/Sun_Tzu
  • CÁTEDRA Ancizar, Manuel. Ética y bioética. Compiladora Beatriz Peña. Universidad Nacional de Colombia, 2002. pág. 203-210
  • Aramini, Michele. Introducción a la bioética. Giuffrè editore, Bogotá, 2007. Pág. 330-339
  • Francesco D´Agostino, bioética y derecho, Acta Bioética; 2002.
  • Angell, Marcia. La verdad acerca de la industria farmacéutica. Editorial Norma S.A. 2006, pag 169-175.
  • GUZMÁN  LÓPEZ JOSÉ, JUSTICIA SOCIAL, INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y ECONOMÍA [DIALNET.UNIRIOJA.ES/SERVLET/ARTICULO?CODIGO=3005398]
  • CORTINA, ADELA. EDUCACIÓN EN VALORES Y RESPONSABILIDAD CÍVICA. EDITORIAL EL BÚHO LTDA. AÑO 2002. PAG. 13-21.
  • CORTINA, ADELA. ALIANZA Y CONTRATO, ÉTICA Y RELIGIÓN. MADRID, TROTTA, 2001.

COMPROMISO ETICO Y CONCLUSIONES







COMPROMISO ÉTICO
Tener un compromiso ético en mente  implica proceder  de acuerdo con valores éticos profesionales y comunitariamente, lo que en el presente resulta una urgencia, porque en tanto este actuar es más difícil, abstracto y deshumanizante, más insiste  en actuar según los valores de calidad institucional y profesionalmente compartidos. Para ello un químico farmacéutico se debe comprometer con su profesión y estar capacitado para ejercer una activa participación en la orientación a los pacientes en la atención primaria, participar activamente en equipos de salud pública, ejercer el control y la fiscalización de la regulación de los medicamentos, ser parte de la garantía de calidad del producto farmacéutico en la cadena de distribución que le corresponde, colaborar en el uso racional del medicamento, y otros.







CONCLUSIONES
La bioética nació gracias  a la necesidad que tuvieron varios investigadores, en especial médicos, ya que no se encontraban soluciones a algunos casos específicos, por lo que tuvieron que buscar realidades eficientes pero sin poner en riesgo la vida de los humanos. Antes de que la Bioética se pusiera hablar sobre los problemas de los avances tecno- científicos para salvaguardar la vida misma, y sobre el quehacer de la medicina frente al caminar raudo de la ciencia, la Teología ya se había pronunciado al respecto.

Mejorar la Calidad de Vida Relacionada con la salud  es un objetivo final de la profesión farmacéutica. La calidad de vida es un concepto que va más allá de lo físico pues implica valores y actitudes mentales además es un estado positivo desde todos los puntos de vista. Es estar en la plenitud, es poder funcionar ciento por ciento.Porque el sentido de la felicidad no solamente se diferencia en cada persona, sino que se vuelve diferente en cada etapa y hasta en cada momento de la vida de esa misma persona. Un juguete, viajes, amor, juventud eterna, dinero, el hombre ha perseguido a lo largo de la historia esta plenitud a la que llaman felicidad. Pero ésta es solo un instante fugaz que  a veces, justifica nuestra propia existencia. Sin embargo, la calidad de vida es muy semejante a la felicidad y mucho más duradera, cuyo logro depende de cada uno.
Un aspecto importante a tener en cuenta es, el compromiso que debemos adoptar todos los que pertenecemos al área de la salud, aplicando todos los ambitos eticos, morales, economicos, etc, desarrollados en los foros abiertos de la catedra.

Porque el sentido de la felicidad no solamente se diferencia en cada persona, sino que se vuelve diferente en cada etapa y hasta en cada momento de la vida de esa misma persona.

Un juguete, viajes, amor, juventud eterna, dinero, el hombre ha perseguido a lo largo de la historia esta plenitud a la que llaman felicidad. Pero ésta es solo un instante fugaz que  a veces, justifica nuestra propia existencia. Sin embargo, la calidad de vida es muy semejante a la felicidad y mucho más duradera, cuyo logro depende de cada uno.

La calidad de vida es un estado positivo desde todos los puntos de vista. Es estar en la plenitud, es poder funcionar ciento por ciento.

08 abril 2011

APLICACIÓN DEL MODELO ÉTICO



MODELO TOMA DE DECISIONES ÉTICAS



1.  Identificación de los problemas y las personas y entes implicados en dicho problema o dilema ético profesional

2. La revisión del marco legal es vital para tener fundamentos concretos para la toma de la decisión.

3. Identificación de los principios éticos implicados.

4. Realizar un paralelo entre  el marco legal y la ética.

5. Personas o ente implicado en la toma de decisiones.

6. Concretar la actuación frente a ese problema.



Aplicación de un  problema al modelo de toma de decisiones éticas, donde está involucrado tanto el Químico Farmacéutico y el TRF.


1. Prescripción de medicamentos, donde las personas implicadas son: El Químico Farmacéutico, el Tecnólogo en Regencia de Farmacia (TRF) y el más perjudicado que es el paciente.

2.  Solo los médicos y odontólogos están habilitados por la ley para la prescripción de medicamentos.

La formulación de medicamentos está regida en nuestro país por la Ley 100 de 1993, mediante el Decreto Reglamentario número 1938 de 1994, que en su capítulo cuarto establece entre otras las siguientes normas de prescripción:
a. Sólo podrá hacerse por personal de salud debidamente autorizado para ello con estricta sujeción al Manual de Medicamentos Esenciales y Terapéutica del Plan Obligatorio de Salud.
b. Toda prescripción deberá hacerse por escrito, previa evaluación del paciente y registro de sus condiciones y diagnóstico en la historia clínica, utilizando para ello el nombre genérico.
c. Es obligación de quien prescribe el medicamento informar al paciente sobre la vía de administración, forma y condiciones de uso, posibles efectos secundarios y riesgos, como también qué hacer cuando éstos se presenten.
d. Es obligación de quien provee el medicamento informar al paciente sobre las condiciones de prescripción, cómo reconstituir los remedios cuando así se requiera, cómo almacenarlos, cómo medir la dosis y cuándo desecharlos o destruirlos. Por ningún motivo podrá cambiar la concentración, la forma farmacéutica ni la cantidad prescrita.
El Sistema General de Seguridad Social en Salud estableció la formulación y despacho de medicamentos mediante Resolución número 5.261 de 1994. En el Artículo 13 ratifica que la receta debe ceñirse a los medicamentos enlistados en dicho manual. La receta debe incluir el nombre del medicamento en su denominación genérica, la presentación y concentración del principio activo, la vía de administración y la dosis tiempo respuesta máxima permitida.

3. El Químico Farmacéutico puede tener el conocimiento sobre cualquier patología, pero la ley no lo habilita para que pueda hacer uso de ese conocimiento al momento de prescribir medicamentos. Por tanto el Químico Farmacéutico no debe poner en juego la salud de una persona, debido a que el conocimiento sobre una patología no solo se basa en ese conocimiento como tal, debe apoyarse en otros aspectos como los exámenes clínicos que ratifican o descartan una posible enfermedad. En cuanto al TRF, tampoco está habilitado para prescribir medicamentos, y es una de las situaciones más comunes que se pueden presentar en las “Farmacias de Barrio”, donde la comunidad deposita toda su confianza, a una persona que muchas veces no tiene un titulo de TRF. Otra situación es la sustitución de medicamentos prescritos en la formula medica. En esta situación se debe realizar una revisión detallada del medicamento sustituido, el cual debe tener requerimientos específicos como la presentación farmacéutica y concentración del principio activo.



4. La realización del paralelo en este caso, debe estar en la cuestión que debe plantearse el Químico Farmacéutico y el TRF, sobre  su obligación de no prescribir medicamentos, debido a que está en riesgo la salud y vida de una persona o una comunidad.

5. Este ítem es muy importante, debido a que aquí están involucradas todas las partes:
a.  El profesional (Químico Farmacéutico).
b.  El tecnólogo (TRF).
c. El Paciente: Implicado en las decisiones  tomadas por las  primeras partes.
Tanto el Químico Farmacéutico como el TRF, deben concientizarse de su deber de velar por la salud y vida de una persona, por tanto debe proteger en todo momento ese derecho vital.
En cuanto al paciente como tal, debe ser sensibilizado, debido a que los medicamentos no se deben administrar sin algún control, y todos deben tener un fin especifico y eso se determina mediante una consulta médica apoyada mediante herramientas científicas como los exámenes clínicos.

6. En el anterior ítem se plantea alguna acción, pero esta debe ser apoyada mediante la ley, donde se debe aplicar con la severidad suficiente, para que este tipo de acciones no se sigan presentando en nuestra sociedad, debido a que está en juego la salud y vida de las personas.
           




















VENDIENDO LA ENFERMEDAD


vendiendo la enfermedad

31 marzo 2011

LOS FUTUROS CLIENTES DE LA INDUSTRIA FARMACEUTICA



LOS FUTUROS CLIENTES DE LA INDUSTRIA FARMACEUTICA


ALGUNAS "NO ENFERMEDADES"



ALGUNAS "NO ENFERMEDADES"
Cada enfermedad tiene su propio medicamento y cada medicamento tiene su propia enfermedad. En los últimos tiempos, procesos normales de la vida como el envejecimiento, el embarazo, el parto, la infelicidad o la muerte, tienen un fármaco a su servicio. En cuanto a los pacientes... se libran muy pocos. Porque, quién no ha sufrido alguna vez fatiga o cansancio, ha pasado una temporada deprimido sin ganas de nada o tiene kilos de más... Luego, sólo se trata de unir síntomas, convencer a la gente de que tiene algo hasta ahora desconocido, preparar una campaña de información (periódicos, televisiones, testimonios de gente famosa) y tendremos en marcha una "enfermedad inventada". No debemos de olvidar aquí la importancia de los números. "La mayoría de los datos de la población relativos a la salud -apunta Blech en su libro- se recogen por orden de empresas y clínicas y llegan a los medios de comunicación a través de agencias de relaciones públicas. Prácticamente nunca es posible verificar los datos y las cifras de las noticias de prensa. Estos datos, en el mejor de los casos, se basan en pruebas aleatorias sobre las que se realiza un cómputo aproximado aplicado a toda la población. Pero con bastante frecuencia, la cifra defendida de los casos clínicos se reduce a estimaciones arbitrarias". Después de introducida la enfermedad en la mente colectiva, serán ya los pacientes y la Seguridad Social quienes paguen los "nuevos" medicamentos y tratamientos.
Cuáles podrían considerarse enfermedades inventadas, nos preguntamos. Blech señala cinco variantes del comercio con enfermedades que nos pueden dar una pista. Vender un proceso normal de la vida como un problema médico (la caída del cabello, por ejemplo); vender problemas personales y sociales como un problema médico (un estado de ánimo pasajero); vender un riesgo como una enfermedad (la eterna lucha contra el colesterol); vender síntomas poco frecuentes como epidemias de extraordinaria propagación (disfunción eréctil o disfunción sexual femenina); y por último, convertir síntomas leves en indicio de una enfermedad grave (síndrome del colon irritable). Podrían incluirse en ese listado de "no enfermedades", la menopausia, el estrés, el tabaquismo, la depresión, el sobrepeso, la osteoporosis, alergias, impotencia, insomnio, la dermatitis, la calvicie, la celulitis, pecas y manchas, el embarazo, el parto, y un largo etcétera que podría añadirse. Detengámonos en alguna de ellas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de calificar a la osteoporosis como la epidemia del siglo XXI, basándose en un dato: cada 30 segundos se produce en Europa una fractura a consecuencia de esta enfermedad. Esta declaración convierte en pacientes a 2 millones de mujeres y 750.000 hombres, sólo en España. La osteoporosis -disminución de la masa ósea y alteración de la estructura de los huesos- es un efecto secundario natural de la vejez que amenaza especialmente a mujeres después de la menopausia. Es crónica, no se cura con medicamentos pero sí se puede prevenir, evitar y combatir los factores de riesgo. Obliga a llevar una vida sana con ejercicio moderado, alimentación rica en lácteos, vitaminas, etc. Antes de recurrir a los fármacos hay otras prioridades.

Se calcula que este año cerca de 7,5 millones de mujeres en España tendrán 50 años, edad media de la llegada de lamenopausia. El 52% de los españoles padece ya andropausia (disminución de la producción de testosterona que puede conllevar alteraciones físicas). Aunque son dos cuestiones diferentes, en el mercado existen un listado de productos que intentan paliar los efectos de ambos procesos naturales a los que se les ha colgado el cartel de "enfermedad". Parches transdérmicos, píldoras, geles, inyecciones intramusculares e incluso implantes subcutáneos, son algunos de los compuestos hormonales recetados en ambos casos. La publicidad de estos fármacos hablan de aumento de bienestar, incremento de apetito sexual, aumento de la densidad ósea, pero apenas informan de los importantes efectos secundarios.
La menopausia y la andropausia han pasado de ser etapas que exigen cambios y renovación en la forma de vida, a ser un cúmulo de factores de riesgo.
El colesterol está presente en todas las células y es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. En un 80% es fabricado por nuestro organismo aunque también lo asimilamos a través de determinados alimentos. La cantidad exacta de colesterol "necesario" es muy difícil de determinar ya que los parámetros varían en función de la edad, sexo, y luego, no todo el mundo elimina las grasas de la misma forma. Con ello, las últimas investigaciones dan un nuevo enfoque sobre el tema al demostrar que el colesterol no es uno de los principales factores de riesgo cardiovasculares como nos dan a entender comúnmente, lo que pone en tela de juicio ese vivir obsesionado por el control del colesterol como norma general. Y en el caso que fuese necesaria esa vigilancia recomiendan utilizar en primer lugar fórmulas naturales antes que recurrir directamente al fármaco. El médico e investigador alemán Matías Rath que lleva años estudiando el tema y ha escrito libros al respecto, denuncia que "las campañas de marketing lanzadas para la venta de fármacos que reducen el colesterol convierten este factor de riesgo en el 'chivo expiatorio'. Hoy en día millones de personas utilizan el más reciente descubrimiento de este tipo de fármacos, las estatinas, que bloquean la síntesis del colesterol, con la esperanza de recibir un tratamiento para su enfermedad. Sin embargo, la debilidad subyacente de las paredes arteriales sigue sin recibir tratamiento alguno. Además, según la edición del 3 de enero de 1996 de JAMA, estos fármacos producen cáncer y tienen otros efectos secundarios graves así que hay que evitarlos siempre que sea posible".
Blech también recoge en su libro abundantes testimonios de médicos que apuntan en esta línea. El cardiólogo alemán Harald Klepzig lanzó un reto: "Nos consideraríamos afortunados si se pudiera presentar un solo estudio médico controlado que demostrara que la vida humana se salvará con la reducción del colesterol. Sin embargo no resulta difícil seleccionar diez estudios que muestren que una reducción de las grasas va incluso acompañada de una mortalidad más alta".
¿Cuántos millones de pastillas se están ingiriendo diariamente para controlar el colesterol por norma? Todos ellos insisten en señalar que hay que tratar los riesgos, no el nivel de colesterol.
Por supuesto, no se trata de prescindir de los medicamentos sino de consumir con lógica, de informarnos, y sobre todo de entender que la salud también es cosa nuestra.
Dentro de este listado de "no enfermedades con tratamiento", llama la atención la aparición de los denominados "síndromes". Tomen nota de algunos: Síndrome de las piernas inquietas, síndrome de Sisí, síndrome de la depresión del paraíso, síndrome del colon irritable, síndrome del déficit de atención en los niños, síndrome de la feminidad, síndrome de Zappelphilipp (niños hiperactivos), etc. Todos ellos cuentan con cuadros clínicos completos.








CÓMO FUNCIONA EL MARKETING
 
"Primero se difunde el conocimiento, se crea la necesidad, luego se publicita el remedio, se fomenta la demanda y finalmente, el consumo. Las leyes del mercado hacen el resto", explica Desojo. "Aceptamos con naturalidad que los medicamentos más novedosos que se investigan y comercializan sean los que proporcionan un remedio, a veces más imaginario que real, a los padecimientos de los calvos, los impotentes o los gordos. Y creemos que hay enfermedades que matan sin remedio. Suerte que sólo enferman y mueren por ellas los desgraciados y pobres ciudadanos de tierras remotas". Unos medicamentos son rentables y otros no, por eso no se producen ni son objeto de investigación. Hoy por hoy la salud se ha convertido en un negocio donde lo importante son las cifras. Pocos se atreven a hablar de todo esto. La revista Discovery DSalud lleva años investigando y denunciando estas prácticas y también aportando otras alternativas: "Los nuevos fármacos no se investigan porque exista detrás la intención real de ayudar a quienes sufren sino porque proporcionan pingües beneficios. Por eso la industria farmacéutica no busca medicamentos para las enfermedades minoritarias: no son rentables. En las juntas de accionistas de los grandes laboratorios no se plantean aspectos humanos y éticos: sólo se habla de réditos, beneficios, nuevas inversiones para obtener más ganancias. No se habla de salud, se habla de enfermedad. En las Agencias del Medicamento y en los ministerios de Sanidad de todo el mundo pasa otro tanto. Están infiltrados por la mafia que controla el actual sistema sanitario. Como lo están los colegios médicos y farmacéuticas. Lo mismo ocurre con la clase política y periodística. Los grandes laboratorios alquilan con mucha facilidad la conciencia de los periodistas. Con la misma estrategia con la que sobornan a los médicos. No sólo usan dinero, viajes, ordenadores, etc., también les pagan satisfaciendo su ego otorgándoles 'premios periodísticos' e invitándoles a recepciones, comidas o cenas con grandes 'personalidades' intentando que surja la empatía a nivel personal y sean luego lo más acríticos posible con quienes tan amables han sido con ellos. Y no hablemos de lo sencillo que es comprar la complicidad o cuando menos, el silencio de los grandes medios de comunicación social. Casi ningún empresario se arriesga a perder las campañas de publicidad de las empresas detrás de las cuales está la industria farmacéutica", denuncia José Antonio Campoy, director de esta publicación.
Como decimos son pocos los que se atreven a denunciar, cosa lógica después de lo antes comentado. Pero todos los que lo hacen coinciden en los mismos datos.
En este proceso de marketing la figura de los visitadores médicos es esencial. Nos referimos a esos señores/as trajeados de punta en blanco y con maletín, que aparecen en la sala de espera de las consultas y sin esperar turno, se cuelan -no sin antes disculparse- prometiendo que sólo va a ser un minuto. Pues estos señores tendrían que ser en teoría quienes informasen al médico de los últimos productos que ha sacado al mercado la multinacional a la que representan. La realidad es que como además son vendedores, sus argumentos giran más hacia esta segunda faceta. En sus manos tienen la posibilidad de ofrecer a los facultativos dinero, regalos, viajes, a condición de que receten su línea de medicamentos. Mientras los médicos aseguran que los regalos que reciben -en muchos casos sólo de propaganda-, no les influyen a la hora de recetar, las cifras que manejan las multinacionales parecen decir otra cosa. Una multinacional farmacéutica puede gastarse hasta tres mil millones de dólares en publicidad y regalos promocionales de un nuevo medicamento que quieran sacar al mercado. Por supuesto, éste no será nunca un dinero perdido, sino invertido.
La consecuencia de este tipo de prácticas no tiene por qué afectar a la salud del enfermo. A veces se trata de recetar una marca comercial concreta porque por ella el médico recibe un beneficio y por otra no. Hay también medicamentos muy caros que el enfermo no los compraría nunca pero si un médico le expande una receta oficial, ese medicamento llega al paciente abonando sólo un porcentaje o nada si se trata de un pensionista. Por esto también el médico es remunerado. Luego está también la figura del farmacéutico encargado de compras en un determinado centro (hospital, clínica, residencias). En manos de esta persona está la inversión en material clínico, así como las marcas que se van a consumir en todo el hospital, mientras que cada médico será el que libremente determine el tipo de medicamento a prescribir. Ni que decir tiene la importancia que para las farmacéuticas representa este personaje y la presión que ejercen sobre él para hacerse con ese mercado. Hay que señalar que este tipo de actuación no condiciona la calidad del producto que al final recibe el paciente, ya que sólo es una cuestión de marcas. Se trata "sólo" de un fraude social. ¿Esta práctica es habitual en todos los médicos? ¿Todos los visitadores son iguales? No, pero estamos hablando de un comportamiento que está ahí y es más habitual de lo que nos suponemos.

¡UNA SOCIEDAD CADA VEZ MAS ENFERMA?


Desde 1990 hasta ahora el gasto sanitario público ha crecido de manera continuada. Sólo en el 2003 a través de recetas oficiales se gastaron 8.491 millones de euros. Se calcula que para el 2015 el desembolso sea totalmente insostenible. ¿Estamos cada vez más enfermos? ¿Consumimos más medicamentos de los que deberíamos? Este es un tema que no sólo trae de cabeza a la Sanidad Pública de todos los países, sino que también es objeto de estudio de muchos médicos e investigadores.

La farmacéutica Arancha Desojo, experta en cooperación sanitaria, advierte que "son las empresas farmacéuticas las que se empeñan en ofrecer una visión pesimista de la salud del mundo, cuando la realidad es que las enfermedades mortales son cada vez menores y la esperanza de vida se alarga hasta los 80 años". ¿Cómo se explicaría entonces el aumento del gasto farmacéutico? "Un buen número de médicos y algunas compañías farmacéuticas se han empeñado en hacernos creer que la actualidad es una de las épocas con más enfermedades, muchas de ellas nuevas, de la historia de la Humanidad. Han convertido en estados patológicos procesos que no lo son con el fin de poder someter a tratamiento a pacientes con síntomas reales que conforman falsas dolencias. Cuando se consulta con los especialistas, éstos se empeñan en defender que, efectivamente, se trata de enfermedades a las que hasta ahora no se había concedido importancia pero que la han adquirido con la mayor exigencia de la población por su bienestar o la menor tolerancia a la mínima incomodidad. Síntomas leves se confunden con una enfermedad, y se le asocia a factores de riesgo para que automáticamente sea obligatorio seguir un tratamiento que, en el mejor de los casos, será infructuoso". ¿Son pues enfermedades inventadas? Se trataría de procesos o problemas humanos que algunos -léase empresas farmacéuticas- han decidido que sean médicamente relevantes para poder asignarle un tratamiento. El científico y periodista Jörg Blech desenmascara los intereses ocultos de la industria farmacéutica en su libro, Los inventores de enfermedades, número uno de ventas en Alemania. En él explica cómo funciona este negocio multimillonario de difícil acceso: "Los grupos farmacéuticos contratan a cientos de empresas especializadas en realizar ensayos, las cuales por su parte, colaboran con miles de médicos. Estos son finalmente los que reclutan a las personas en las salas de espera y reciben primas a cambio. Es la industria farmacéutica quien tiene en estos momentos un papel clave en la medicalización". Primero se crea el medicamento en cuestión; luego se redefine la dolencia y se organizan congresos donde invitan a médicos para informarles de los últimos estudios -realizados por ellos mismos- y hablarles de esa nueva enfermedad-; y luego explican a qué pacientes va dirigido. Paralelamente se ponen en marcha campañas publicitarias, aparecen artículos en los periódicos sobre esa nueva enfermedad. En una palabra, empieza a llegar de manera insistente información al ciudadano "para hacerle creer que la suya es una enfermedad de importancia cuando, la mayoría de las veces, es una cuestión de carácter, de disconformidad con sus circunstancias vitales o de conducta impropia. Esta confusión aumenta la disconformidad con la propia vida y aumenta falsamente el número de enfermos", asegura Arancha Desojo.