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- http://medicinaparatodos-juan.blogspot.com/2009/03/enfermedades-inventadas.html
- http://www.psicologia-online.com/foros/viewtopic.php?f=31&t=48865
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- http://ankara-guribe.blogspot.com/2009/04/la-etica-y-responsabilidad-social.html
- http://es.wikipedia.org/wiki/Sun_Tzu
- CÁTEDRA Ancizar, Manuel. Ética y bioética. Compiladora Beatriz Peña. Universidad Nacional de Colombia, 2002. pág. 203-210
- Aramini, Michele. Introducción a la bioética. Giuffrè editore, Bogotá, 2007. Pág. 330-339
- Francesco D´Agostino, bioética y derecho, Acta Bioética; 2002.
- Angell, Marcia. La verdad acerca de la industria farmacéutica. Editorial Norma S.A. 2006, pag 169-175.
- GUZMÁN LÓPEZ JOSÉ, JUSTICIA SOCIAL, INDUSTRIA FARMACÉUTICA Y ECONOMÍA [DIALNET.UNIRIOJA.ES/SERVLET/ARTICULO?CODIGO=3005398]
- CORTINA, ADELA. EDUCACIÓN EN VALORES Y RESPONSABILIDAD CÍVICA. EDITORIAL EL BÚHO LTDA. AÑO 2002. PAG. 13-21.
- CORTINA, ADELA. ALIANZA Y CONTRATO, ÉTICA Y RELIGIÓN. MADRID, TROTTA, 2001.
10 abril 2011
BIBLIOGRAFÍA
COMPROMISO ETICO Y CONCLUSIONES
COMPROMISO ÉTICO
Tener un compromiso ético en mente implica proceder de acuerdo con valores éticos profesionales y comunitariamente, lo que en el presente resulta una urgencia, porque en tanto este actuar es más difícil, abstracto y deshumanizante, más insiste en actuar según los valores de calidad institucional y profesionalmente compartidos. Para ello un químico farmacéutico se debe comprometer con su profesión y estar capacitado para ejercer una activa participación en la orientación a los pacientes en la atención primaria, participar activamente en equipos de salud pública, ejercer el control y la fiscalización de la regulación de los medicamentos, ser parte de la garantía de calidad del producto farmacéutico en la cadena de distribución que le corresponde, colaborar en el uso racional del medicamento, y otros.
CONCLUSIONES
La bioética nació gracias a la necesidad que tuvieron varios investigadores, en especial médicos, ya que no se encontraban soluciones a algunos casos específicos, por lo que tuvieron que buscar realidades eficientes pero sin poner en riesgo la vida de los humanos. Antes de que la Bioética se pusiera hablar sobre los problemas de los avances tecno- científicos para salvaguardar la vida misma, y sobre el quehacer de la medicina frente al caminar raudo de la ciencia, la Teología ya se había pronunciado al respecto.
Mejorar la Calidad de Vida Relacionada con la salud es un objetivo final de la profesión farmacéutica. La calidad de vida es un concepto que va más allá de lo físico pues implica valores y actitudes mentales además es un estado positivo desde todos los puntos de vista. Es estar en la plenitud, es poder funcionar ciento por ciento.Porque el sentido de la felicidad no solamente se diferencia en cada persona, sino que se vuelve diferente en cada etapa y hasta en cada momento de la vida de esa misma persona. Un juguete, viajes, amor, juventud eterna, dinero, el hombre ha perseguido a lo largo de la historia esta plenitud a la que llaman felicidad. Pero ésta es solo un instante fugaz que a veces, justifica nuestra propia existencia. Sin embargo, la calidad de vida es muy semejante a la felicidad y mucho más duradera, cuyo logro depende de cada uno.
Un aspecto importante a tener en cuenta es, el compromiso que debemos adoptar todos los que pertenecemos al área de la salud, aplicando todos los ambitos eticos, morales, economicos, etc, desarrollados en los foros abiertos de la catedra.
Porque el sentido de la felicidad no solamente se diferencia en cada persona, sino que se vuelve diferente en cada etapa y hasta en cada momento de la vida de esa misma persona.
Un juguete, viajes, amor, juventud eterna, dinero, el hombre ha perseguido a lo largo de la historia esta plenitud a la que llaman felicidad. Pero ésta es solo un instante fugaz que a veces, justifica nuestra propia existencia. Sin embargo, la calidad de vida es muy semejante a la felicidad y mucho más duradera, cuyo logro depende de cada uno.
La calidad de vida es un estado positivo desde todos los puntos de vista. Es estar en la plenitud, es poder funcionar ciento por ciento.
08 abril 2011
APLICACIÓN DEL MODELO ÉTICO
MODELO TOMA DE DECISIONES ÉTICAS
1. Identificación de los problemas y las personas y entes implicados en dicho problema o dilema ético profesional
2. La revisión del marco legal es vital para tener fundamentos concretos para la toma de la decisión.
3. Identificación de los principios éticos implicados.
4. Realizar un paralelo entre el marco legal y la ética.
5. Personas o ente implicado en la toma de decisiones.
6. Concretar la actuación frente a ese problema.
Aplicación de un problema al modelo de toma de decisiones éticas, donde está involucrado tanto el Químico Farmacéutico y el TRF.
1. Prescripción de medicamentos, donde las personas implicadas son: El Químico Farmacéutico, el Tecnólogo en Regencia de Farmacia (TRF) y el más perjudicado que es el paciente.
2. Solo los médicos y odontólogos están habilitados por la ley para la prescripción de medicamentos.
La formulación de medicamentos está regida en nuestro país por la Ley 100 de 1993, mediante el Decreto Reglamentario número 1938 de 1994, que en su capítulo cuarto establece entre otras las siguientes normas de prescripción:
a. Sólo podrá hacerse por personal de salud debidamente autorizado para ello con estricta sujeción al Manual de Medicamentos Esenciales y Terapéutica del Plan Obligatorio de Salud.
b. Toda prescripción deberá hacerse por escrito, previa evaluación del paciente y registro de sus condiciones y diagnóstico en la historia clínica, utilizando para ello el nombre genérico.
c. Es obligación de quien prescribe el medicamento informar al paciente sobre la vía de administración, forma y condiciones de uso, posibles efectos secundarios y riesgos, como también qué hacer cuando éstos se presenten.
d. Es obligación de quien provee el medicamento informar al paciente sobre las condiciones de prescripción, cómo reconstituir los remedios cuando así se requiera, cómo almacenarlos, cómo medir la dosis y cuándo desecharlos o destruirlos. Por ningún motivo podrá cambiar la concentración, la forma farmacéutica ni la cantidad prescrita.
El Sistema General de Seguridad Social en Salud estableció la formulación y despacho de medicamentos mediante Resolución número 5.261 de 1994. En el Artículo 13 ratifica que la receta debe ceñirse a los medicamentos enlistados en dicho manual. La receta debe incluir el nombre del medicamento en su denominación genérica, la presentación y concentración del principio activo, la vía de administración y la dosis tiempo respuesta máxima permitida.
3. El Químico Farmacéutico puede tener el conocimiento sobre cualquier patología, pero la ley no lo habilita para que pueda hacer uso de ese conocimiento al momento de prescribir medicamentos. Por tanto el Químico Farmacéutico no debe poner en juego la salud de una persona, debido a que el conocimiento sobre una patología no solo se basa en ese conocimiento como tal, debe apoyarse en otros aspectos como los exámenes clínicos que ratifican o descartan una posible enfermedad. En cuanto al TRF, tampoco está habilitado para prescribir medicamentos, y es una de las situaciones más comunes que se pueden presentar en las “Farmacias de Barrio”, donde la comunidad deposita toda su confianza, a una persona que muchas veces no tiene un titulo de TRF. Otra situación es la sustitución de medicamentos prescritos en la formula medica. En esta situación se debe realizar una revisión detallada del medicamento sustituido, el cual debe tener requerimientos específicos como la presentación farmacéutica y concentración del principio activo.
4. La realización del paralelo en este caso, debe estar en la cuestión que debe plantearse el Químico Farmacéutico y el TRF, sobre su obligación de no prescribir medicamentos, debido a que está en riesgo la salud y vida de una persona o una comunidad.
5. Este ítem es muy importante, debido a que aquí están involucradas todas las partes:
a. El profesional (Químico Farmacéutico).
b. El tecnólogo (TRF).
c. El Paciente: Implicado en las decisiones tomadas por las primeras partes.
Tanto el Químico Farmacéutico como el TRF, deben concientizarse de su deber de velar por la salud y vida de una persona, por tanto debe proteger en todo momento ese derecho vital.
En cuanto al paciente como tal, debe ser sensibilizado, debido a que los medicamentos no se deben administrar sin algún control, y todos deben tener un fin especifico y eso se determina mediante una consulta médica apoyada mediante herramientas científicas como los exámenes clínicos.
6. En el anterior ítem se plantea alguna acción, pero esta debe ser apoyada mediante la ley, donde se debe aplicar con la severidad suficiente, para que este tipo de acciones no se sigan presentando en nuestra sociedad, debido a que está en juego la salud y vida de las personas.
31 marzo 2011
ALGUNAS "NO ENFERMEDADES"
ALGUNAS "NO ENFERMEDADES"
Cada enfermedad tiene su propio medicamento y cada medicamento tiene su propia enfermedad. En los últimos tiempos, procesos normales de la vida como el envejecimiento, el embarazo, el parto, la infelicidad o la muerte, tienen un fármaco a su servicio. En cuanto a los pacientes... se libran muy pocos. Porque, quién no ha sufrido alguna vez fatiga o cansancio, ha pasado una temporada deprimido sin ganas de nada o tiene kilos de más... Luego, sólo se trata de unir síntomas, convencer a la gente de que tiene algo hasta ahora desconocido, preparar una campaña de información (periódicos, televisiones, testimonios de gente famosa) y tendremos en marcha una "enfermedad inventada". No debemos de olvidar aquí la importancia de los números. "La mayoría de los datos de la población relativos a la salud -apunta Blech en su libro- se recogen por orden de empresas y clínicas y llegan a los medios de comunicación a través de agencias de relaciones públicas. Prácticamente nunca es posible verificar los datos y las cifras de las noticias de prensa. Estos datos, en el mejor de los casos, se basan en pruebas aleatorias sobre las que se realiza un cómputo aproximado aplicado a toda la población. Pero con bastante frecuencia, la cifra defendida de los casos clínicos se reduce a estimaciones arbitrarias". Después de introducida la enfermedad en la mente colectiva, serán ya los pacientes y la Seguridad Social quienes paguen los "nuevos" medicamentos y tratamientos.
Cuáles podrían considerarse enfermedades inventadas, nos preguntamos. Blech señala cinco variantes del comercio con enfermedades que nos pueden dar una pista. Vender un proceso normal de la vida como un problema médico (la caída del cabello, por ejemplo); vender problemas personales y sociales como un problema médico (un estado de ánimo pasajero); vender un riesgo como una enfermedad (la eterna lucha contra el colesterol); vender síntomas poco frecuentes como epidemias de extraordinaria propagación (disfunción eréctil o disfunción sexual femenina); y por último, convertir síntomas leves en indicio de una enfermedad grave (síndrome del colon irritable). Podrían incluirse en ese listado de "no enfermedades", la menopausia, el estrés, el tabaquismo, la depresión, el sobrepeso, la osteoporosis, alergias, impotencia, insomnio, la dermatitis, la calvicie, la celulitis, pecas y manchas, el embarazo, el parto, y un largo etcétera que podría añadirse. Detengámonos en alguna de ellas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de calificar a la osteoporosis como la epidemia del siglo XXI, basándose en un dato: cada 30 segundos se produce en Europa una fractura a consecuencia de esta enfermedad. Esta declaración convierte en pacientes a 2 millones de mujeres y 750.000 hombres, sólo en España. La osteoporosis -disminución de la masa ósea y alteración de la estructura de los huesos- es un efecto secundario natural de la vejez que amenaza especialmente a mujeres después de la menopausia. Es crónica, no se cura con medicamentos pero sí se puede prevenir, evitar y combatir los factores de riesgo. Obliga a llevar una vida sana con ejercicio moderado, alimentación rica en lácteos, vitaminas, etc. Antes de recurrir a los fármacos hay otras prioridades.
Cuáles podrían considerarse enfermedades inventadas, nos preguntamos. Blech señala cinco variantes del comercio con enfermedades que nos pueden dar una pista. Vender un proceso normal de la vida como un problema médico (la caída del cabello, por ejemplo); vender problemas personales y sociales como un problema médico (un estado de ánimo pasajero); vender un riesgo como una enfermedad (la eterna lucha contra el colesterol); vender síntomas poco frecuentes como epidemias de extraordinaria propagación (disfunción eréctil o disfunción sexual femenina); y por último, convertir síntomas leves en indicio de una enfermedad grave (síndrome del colon irritable). Podrían incluirse en ese listado de "no enfermedades", la menopausia, el estrés, el tabaquismo, la depresión, el sobrepeso, la osteoporosis, alergias, impotencia, insomnio, la dermatitis, la calvicie, la celulitis, pecas y manchas, el embarazo, el parto, y un largo etcétera que podría añadirse. Detengámonos en alguna de ellas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de calificar a la osteoporosis como la epidemia del siglo XXI, basándose en un dato: cada 30 segundos se produce en Europa una fractura a consecuencia de esta enfermedad. Esta declaración convierte en pacientes a 2 millones de mujeres y 750.000 hombres, sólo en España. La osteoporosis -disminución de la masa ósea y alteración de la estructura de los huesos- es un efecto secundario natural de la vejez que amenaza especialmente a mujeres después de la menopausia. Es crónica, no se cura con medicamentos pero sí se puede prevenir, evitar y combatir los factores de riesgo. Obliga a llevar una vida sana con ejercicio moderado, alimentación rica en lácteos, vitaminas, etc. Antes de recurrir a los fármacos hay otras prioridades.
Se calcula que este año cerca de 7,5 millones de mujeres en España tendrán 50 años, edad media de la llegada de lamenopausia. El 52% de los españoles padece ya andropausia (disminución de la producción de testosterona que puede conllevar alteraciones físicas). Aunque son dos cuestiones diferentes, en el mercado existen un listado de productos que intentan paliar los efectos de ambos procesos naturales a los que se les ha colgado el cartel de "enfermedad". Parches transdérmicos, píldoras, geles, inyecciones intramusculares e incluso implantes subcutáneos, son algunos de los compuestos hormonales recetados en ambos casos. La publicidad de estos fármacos hablan de aumento de bienestar, incremento de apetito sexual, aumento de la densidad ósea, pero apenas informan de los importantes efectos secundarios.
La menopausia y la andropausia han pasado de ser etapas que exigen cambios y renovación en la forma de vida, a ser un cúmulo de factores de riesgo.
El colesterol está presente en todas las células y es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. En un 80% es fabricado por nuestro organismo aunque también lo asimilamos a través de determinados alimentos. La cantidad exacta de colesterol "necesario" es muy difícil de determinar ya que los parámetros varían en función de la edad, sexo, y luego, no todo el mundo elimina las grasas de la misma forma. Con ello, las últimas investigaciones dan un nuevo enfoque sobre el tema al demostrar que el colesterol no es uno de los principales factores de riesgo cardiovasculares como nos dan a entender comúnmente, lo que pone en tela de juicio ese vivir obsesionado por el control del colesterol como norma general. Y en el caso que fuese necesaria esa vigilancia recomiendan utilizar en primer lugar fórmulas naturales antes que recurrir directamente al fármaco. El médico e investigador alemán Matías Rath que lleva años estudiando el tema y ha escrito libros al respecto, denuncia que "las campañas de marketing lanzadas para la venta de fármacos que reducen el colesterol convierten este factor de riesgo en el 'chivo expiatorio'. Hoy en día millones de personas utilizan el más reciente descubrimiento de este tipo de fármacos, las estatinas, que bloquean la síntesis del colesterol, con la esperanza de recibir un tratamiento para su enfermedad. Sin embargo, la debilidad subyacente de las paredes arteriales sigue sin recibir tratamiento alguno. Además, según la edición del 3 de enero de 1996 de JAMA, estos fármacos producen cáncer y tienen otros efectos secundarios graves así que hay que evitarlos siempre que sea posible".
Blech también recoge en su libro abundantes testimonios de médicos que apuntan en esta línea. El cardiólogo alemán Harald Klepzig lanzó un reto: "Nos consideraríamos afortunados si se pudiera presentar un solo estudio médico controlado que demostrara que la vida humana se salvará con la reducción del colesterol. Sin embargo no resulta difícil seleccionar diez estudios que muestren que una reducción de las grasas va incluso acompañada de una mortalidad más alta".
¿Cuántos millones de pastillas se están ingiriendo diariamente para controlar el colesterol por norma? Todos ellos insisten en señalar que hay que tratar los riesgos, no el nivel de colesterol.
Por supuesto, no se trata de prescindir de los medicamentos sino de consumir con lógica, de informarnos, y sobre todo de entender que la salud también es cosa nuestra.
Dentro de este listado de "no enfermedades con tratamiento", llama la atención la aparición de los denominados "síndromes". Tomen nota de algunos: Síndrome de las piernas inquietas, síndrome de Sisí, síndrome de la depresión del paraíso, síndrome del colon irritable, síndrome del déficit de atención en los niños, síndrome de la feminidad, síndrome de Zappelphilipp (niños hiperactivos), etc. Todos ellos cuentan con cuadros clínicos completos.
El colesterol está presente en todas las células y es necesario para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. En un 80% es fabricado por nuestro organismo aunque también lo asimilamos a través de determinados alimentos. La cantidad exacta de colesterol "necesario" es muy difícil de determinar ya que los parámetros varían en función de la edad, sexo, y luego, no todo el mundo elimina las grasas de la misma forma. Con ello, las últimas investigaciones dan un nuevo enfoque sobre el tema al demostrar que el colesterol no es uno de los principales factores de riesgo cardiovasculares como nos dan a entender comúnmente, lo que pone en tela de juicio ese vivir obsesionado por el control del colesterol como norma general. Y en el caso que fuese necesaria esa vigilancia recomiendan utilizar en primer lugar fórmulas naturales antes que recurrir directamente al fármaco. El médico e investigador alemán Matías Rath que lleva años estudiando el tema y ha escrito libros al respecto, denuncia que "las campañas de marketing lanzadas para la venta de fármacos que reducen el colesterol convierten este factor de riesgo en el 'chivo expiatorio'. Hoy en día millones de personas utilizan el más reciente descubrimiento de este tipo de fármacos, las estatinas, que bloquean la síntesis del colesterol, con la esperanza de recibir un tratamiento para su enfermedad. Sin embargo, la debilidad subyacente de las paredes arteriales sigue sin recibir tratamiento alguno. Además, según la edición del 3 de enero de 1996 de JAMA, estos fármacos producen cáncer y tienen otros efectos secundarios graves así que hay que evitarlos siempre que sea posible".
Blech también recoge en su libro abundantes testimonios de médicos que apuntan en esta línea. El cardiólogo alemán Harald Klepzig lanzó un reto: "Nos consideraríamos afortunados si se pudiera presentar un solo estudio médico controlado que demostrara que la vida humana se salvará con la reducción del colesterol. Sin embargo no resulta difícil seleccionar diez estudios que muestren que una reducción de las grasas va incluso acompañada de una mortalidad más alta".
¿Cuántos millones de pastillas se están ingiriendo diariamente para controlar el colesterol por norma? Todos ellos insisten en señalar que hay que tratar los riesgos, no el nivel de colesterol.
Por supuesto, no se trata de prescindir de los medicamentos sino de consumir con lógica, de informarnos, y sobre todo de entender que la salud también es cosa nuestra.
Dentro de este listado de "no enfermedades con tratamiento", llama la atención la aparición de los denominados "síndromes". Tomen nota de algunos: Síndrome de las piernas inquietas, síndrome de Sisí, síndrome de la depresión del paraíso, síndrome del colon irritable, síndrome del déficit de atención en los niños, síndrome de la feminidad, síndrome de Zappelphilipp (niños hiperactivos), etc. Todos ellos cuentan con cuadros clínicos completos.
CÓMO FUNCIONA EL MARKETING
"Primero se difunde el conocimiento, se crea la necesidad, luego se publicita el remedio, se fomenta la demanda y finalmente, el consumo. Las leyes del mercado hacen el resto", explica Desojo. "Aceptamos con naturalidad que los medicamentos más novedosos que se investigan y comercializan sean los que proporcionan un remedio, a veces más imaginario que real, a los padecimientos de los calvos, los impotentes o los gordos. Y creemos que hay enfermedades que matan sin remedio. Suerte que sólo enferman y mueren por ellas los desgraciados y pobres ciudadanos de tierras remotas". Unos medicamentos son rentables y otros no, por eso no se producen ni son objeto de investigación. Hoy por hoy la salud se ha convertido en un negocio donde lo importante son las cifras. Pocos se atreven a hablar de todo esto. La revista Discovery DSalud lleva años investigando y denunciando estas prácticas y también aportando otras alternativas: "Los nuevos fármacos no se investigan porque exista detrás la intención real de ayudar a quienes sufren sino porque proporcionan pingües beneficios. Por eso la industria farmacéutica no busca medicamentos para las enfermedades minoritarias: no son rentables. En las juntas de accionistas de los grandes laboratorios no se plantean aspectos humanos y éticos: sólo se habla de réditos, beneficios, nuevas inversiones para obtener más ganancias. No se habla de salud, se habla de enfermedad. En las Agencias del Medicamento y en los ministerios de Sanidad de todo el mundo pasa otro tanto. Están infiltrados por la mafia que controla el actual sistema sanitario. Como lo están los colegios médicos y farmacéuticas. Lo mismo ocurre con la clase política y periodística. Los grandes laboratorios alquilan con mucha facilidad la conciencia de los periodistas. Con la misma estrategia con la que sobornan a los médicos. No sólo usan dinero, viajes, ordenadores, etc., también les pagan satisfaciendo su ego otorgándoles 'premios periodísticos' e invitándoles a recepciones, comidas o cenas con grandes 'personalidades' intentando que surja la empatía a nivel personal y sean luego lo más acríticos posible con quienes tan amables han sido con ellos. Y no hablemos de lo sencillo que es comprar la complicidad o cuando menos, el silencio de los grandes medios de comunicación social. Casi ningún empresario se arriesga a perder las campañas de publicidad de las empresas detrás de las cuales está la industria farmacéutica", denuncia José Antonio Campoy, director de esta publicación.
Como decimos son pocos los que se atreven a denunciar, cosa lógica después de lo antes comentado. Pero todos los que lo hacen coinciden en los mismos datos.
Como decimos son pocos los que se atreven a denunciar, cosa lógica después de lo antes comentado. Pero todos los que lo hacen coinciden en los mismos datos.
En este proceso de marketing la figura de los visitadores médicos es esencial. Nos referimos a esos señores/as trajeados de punta en blanco y con maletín, que aparecen en la sala de espera de las consultas y sin esperar turno, se cuelan -no sin antes disculparse- prometiendo que sólo va a ser un minuto. Pues estos señores tendrían que ser en teoría quienes informasen al médico de los últimos productos que ha sacado al mercado la multinacional a la que representan. La realidad es que como además son vendedores, sus argumentos giran más hacia esta segunda faceta. En sus manos tienen la posibilidad de ofrecer a los facultativos dinero, regalos, viajes, a condición de que receten su línea de medicamentos. Mientras los médicos aseguran que los regalos que reciben -en muchos casos sólo de propaganda-, no les influyen a la hora de recetar, las cifras que manejan las multinacionales parecen decir otra cosa. Una multinacional farmacéutica puede gastarse hasta tres mil millones de dólares en publicidad y regalos promocionales de un nuevo medicamento que quieran sacar al mercado. Por supuesto, éste no será nunca un dinero perdido, sino invertido.
La consecuencia de este tipo de prácticas no tiene por qué afectar a la salud del enfermo. A veces se trata de recetar una marca comercial concreta porque por ella el médico recibe un beneficio y por otra no. Hay también medicamentos muy caros que el enfermo no los compraría nunca pero si un médico le expande una receta oficial, ese medicamento llega al paciente abonando sólo un porcentaje o nada si se trata de un pensionista. Por esto también el médico es remunerado. Luego está también la figura del farmacéutico encargado de compras en un determinado centro (hospital, clínica, residencias). En manos de esta persona está la inversión en material clínico, así como las marcas que se van a consumir en todo el hospital, mientras que cada médico será el que libremente determine el tipo de medicamento a prescribir. Ni que decir tiene la importancia que para las farmacéuticas representa este personaje y la presión que ejercen sobre él para hacerse con ese mercado. Hay que señalar que este tipo de actuación no condiciona la calidad del producto que al final recibe el paciente, ya que sólo es una cuestión de marcas. Se trata "sólo" de un fraude social. ¿Esta práctica es habitual en todos los médicos? ¿Todos los visitadores son iguales? No, pero estamos hablando de un comportamiento que está ahí y es más habitual de lo que nos suponemos.
La consecuencia de este tipo de prácticas no tiene por qué afectar a la salud del enfermo. A veces se trata de recetar una marca comercial concreta porque por ella el médico recibe un beneficio y por otra no. Hay también medicamentos muy caros que el enfermo no los compraría nunca pero si un médico le expande una receta oficial, ese medicamento llega al paciente abonando sólo un porcentaje o nada si se trata de un pensionista. Por esto también el médico es remunerado. Luego está también la figura del farmacéutico encargado de compras en un determinado centro (hospital, clínica, residencias). En manos de esta persona está la inversión en material clínico, así como las marcas que se van a consumir en todo el hospital, mientras que cada médico será el que libremente determine el tipo de medicamento a prescribir. Ni que decir tiene la importancia que para las farmacéuticas representa este personaje y la presión que ejercen sobre él para hacerse con ese mercado. Hay que señalar que este tipo de actuación no condiciona la calidad del producto que al final recibe el paciente, ya que sólo es una cuestión de marcas. Se trata "sólo" de un fraude social. ¿Esta práctica es habitual en todos los médicos? ¿Todos los visitadores son iguales? No, pero estamos hablando de un comportamiento que está ahí y es más habitual de lo que nos suponemos.
¡UNA SOCIEDAD CADA VEZ MAS ENFERMA?
Desde 1990 hasta ahora el gasto sanitario público ha crecido de manera continuada. Sólo en el 2003 a través de recetas oficiales se gastaron 8.491 millones de euros. Se calcula que para el 2015 el desembolso sea totalmente insostenible. ¿Estamos cada vez más enfermos? ¿Consumimos más medicamentos de los que deberíamos? Este es un tema que no sólo trae de cabeza a la Sanidad Pública de todos los países, sino que también es objeto de estudio de muchos médicos e investigadores.
La farmacéutica Arancha Desojo, experta en cooperación sanitaria, advierte que "son las empresas farmacéuticas las que se empeñan en ofrecer una visión pesimista de la salud del mundo, cuando la realidad es que las enfermedades mortales son cada vez menores y la esperanza de vida se alarga hasta los 80 años". ¿Cómo se explicaría entonces el aumento del gasto farmacéutico? "Un buen número de médicos y algunas compañías farmacéuticas se han empeñado en hacernos creer que la actualidad es una de las épocas con más enfermedades, muchas de ellas nuevas, de la historia de la Humanidad. Han convertido en estados patológicos procesos que no lo son con el fin de poder someter a tratamiento a pacientes con síntomas reales que conforman falsas dolencias. Cuando se consulta con los especialistas, éstos se empeñan en defender que, efectivamente, se trata de enfermedades a las que hasta ahora no se había concedido importancia pero que la han adquirido con la mayor exigencia de la población por su bienestar o la menor tolerancia a la mínima incomodidad. Síntomas leves se confunden con una enfermedad, y se le asocia a factores de riesgo para que automáticamente sea obligatorio seguir un tratamiento que, en el mejor de los casos, será infructuoso". ¿Son pues enfermedades inventadas? Se trataría de procesos o problemas humanos que algunos -léase empresas farmacéuticas- han decidido que sean médicamente relevantes para poder asignarle un tratamiento. El científico y periodista Jörg Blech desenmascara los intereses ocultos de la industria farmacéutica en su libro, Los inventores de enfermedades, número uno de ventas en Alemania. En él explica cómo funciona este negocio multimillonario de difícil acceso: "Los grupos farmacéuticos contratan a cientos de empresas especializadas en realizar ensayos, las cuales por su parte, colaboran con miles de médicos. Estos son finalmente los que reclutan a las personas en las salas de espera y reciben primas a cambio. Es la industria farmacéutica quien tiene en estos momentos un papel clave en la medicalización". Primero se crea el medicamento en cuestión; luego se redefine la dolencia y se organizan congresos donde invitan a médicos para informarles de los últimos estudios -realizados por ellos mismos- y hablarles de esa nueva enfermedad-; y luego explican a qué pacientes va dirigido. Paralelamente se ponen en marcha campañas publicitarias, aparecen artículos en los periódicos sobre esa nueva enfermedad. En una palabra, empieza a llegar de manera insistente información al ciudadano "para hacerle creer que la suya es una enfermedad de importancia cuando, la mayoría de las veces, es una cuestión de carácter, de disconformidad con sus circunstancias vitales o de conducta impropia. Esta confusión aumenta la disconformidad con la propia vida y aumenta falsamente el número de enfermos", asegura Arancha Desojo.
CALIDAD DE VIDA
Nos encontramos con el problema de que la Calidad de vida es una categoría muy utilizada en estudios científicos en el área de la salud-enfermedad, y que cada autor la utiliza para nombrar cosas diferentes, por no existir un concepto, ni un consenso a la hora de su definición y medición.
Indudablemente acercarse a una definición del término «Calidad de vida» es tarea difícil: intentarlo no es el propósito, no obstante, nos vamos a referir a sus relaciones con la salud, o más bien con la enfermedad, ya que en los últimos años aumenta cada vez más el número de reportes investigativos sobre este tema: y junto a él, aumenta el número de instrumentos y modos de medir la Calidad de vida, sin que exista consenso entre los autores en cuanto a las variables y aspectos a evaluar.
Desde el momento en que el trabajo del hombre se vuelve sedentario, aparecen nuevas formas de reacción frente al cúmulo de tensiones físicas y mentales. Las distancias se reducen, el espacio es cada vez más estrecho, los niveles de exigencia laboral y social se incrementan, así el hombre tiene que continuar el camino de su vida laboral y personal, conservando la armonía en su vida y rindiendo frente a compromisos adquiridos con otros (pareja, familia, jefes).
Todas aquellas situaciones que nos colocan en riesgo nos producen reacciones psicofisiológicas las cuales han sido conocidas como estrés. Existen niveles de estrés o de tensión que de alguna forma todos logramos manejar y usar como motor para el logro de nuestros objetivos.
Pero, existen situaciones críticas que sobrepasan nuestros mecanismos normales de responder a situaciones difíciles, en ese momento pasamos del estrés fisiológico al disestrés.
Ejemplos de situaciones críticas o estresantes son el divorcio o la separación de una pareja conyugal, la pérdida de un ser querido, los cambios laborales, las pérdidas económicas, los cambios de residencia o de ciudad, asumir papeles de mayor responsabilidad, las enfermedades propias o de algún familiar.
Tanto las situaciones estresantes como las reacciones de estrés son inherentes a la naturaleza humana y al estilo de vida propio de la modernidad, una forma realista y saludable de emplear el estrés es usarlo como motor que impulsa a la actividad y combinarlo con situaciones de relajación y descanso, evitando llegar a momentos en que el manejo de los problemas desborde nuestra capacidad de resolverlos.
Ahora bien, es necesario para lograr ese balance descrito (estrés-relajación) tener en cuenta que nos movemos por intereses y motivos que son individuales y propios de cada persona. Pero tras de esas motivaciones naturales hay una serie de creencias y valores que nos "obligan" a escoger entre las prioridades de la vida. Recordemos aquí que valoramos algo cuando nos esforzamos por conseguirlo y cuando adquiere máxima prioridad para su logro. De manera frecuente, solemos confundirnos y creer que es necesario llenarnos de tecnología, consumiendo todos los productos y servicios que están a disposición en el mercado. No compramos cosas para nuestro bienestar sino consumimos irracionalmente. No usamos los valores para asumir compromisos económicos sino nos desbordamos siendo víctimas pasivas del mercantilismo.
La salud enferma. Nuestra obsesión por vivir y conseguir la eterna juventud eludiendo además la enfermedad a toda costa ha terminado por convertir nuestra salud en un puro objeto comercial en manos de las grandes corporaciones farmacéuticas que, con la misma lógica con la que hoy nos venden un móvil de tercera generación o un ordenador más potente, nos venden un nuevo medicamento. Es decir, primero crean la necesidad en el consumidor y después le ofrecen satisfacerla. Pues bien, teniendo en cuenta esa estrategia hoy algunas farmacéuticas buscan "conjuntos de síntomas" -bautizados como "síndromes"- para luego etiquetarlos como "enfermedades". Y a continuación se desarrolla el tratamiento "específico" para cada una de esas "nuevas" enfermedades "descubiertas" -tratamiento al que llaman "protocolo"-, normalmente un fármaco o serie de fármacos que en realidad sólo alivian algunos de los síntomas elegidos para cada síndrome. Fármacos que inevitablemente provocan efectos secundarios adversos que no se tenían antes y que normalmente terminan convirtiendo al paciente en un consumidor crónico de los mismos. Efectos adversos negativos que se califican de inevitables para tratar la enfermedad principal y que dan lugar a la ingesta de nuevos fármacos que los palien... con el riesgo de provocar nuevos problemas. Problemas que... Se entra así en un círculo vicioso en el que una vez se entra es difícil salir. Y el negocio está asegurado.
Y quede bien claro que en el extremo de cada situación siempre habrá alguien cuyos padecimientos quizás sí hagan necesaria la atención especializada y farmacológica.
Y quede bien claro que en el extremo de cada situación siempre habrá alguien cuyos padecimientos quizás sí hagan necesaria la atención especializada y farmacológica.
Traficantes de salud saca a la luz informaciones ocultas o que pasan desapercibidas para la mayor parte de la ciudadanía y que afectan de manera decisiva a nuestra calidad de vida. Éste es un libro con efectos secundarios: después de leerlo su manera de entender la salud habrá cambiado.
Una forma recomendable para vivir mejor es tener objetivos claros en cada una de estas áreas y moverse a través de valores coherentes con nuestra forma de ser. La sumatoria de estos objetivos forma el plan o proyecto de vida sobre el cual nos movemos. Si no hay un plan de vida nos pasa como a Alicia en el País de las Maravillas: si no sabe para donde va cualquier rumbo es bueno. Para alguien será muy importante enfilar sus energías a tener gran cantidad de objetos y para otra persona predominarán los logros de orden intelectual, (prepararse, aprender, escribir). Lo importante es que haya una buena comunicación al interior de nosotros mismos para tener claro qué queremos (objetivos) y cuál es el camino escogido para andar. Sin olvidar que provenimos de una biografía única e inevitable (el pasado ya pasó) y que el presente es lo único que tenemos para trabajar por un futuro mejor. De manera, que esto se convierte en el impulso que nos lleva a levantarnos y trabajar en el día a día con armonía y satisfacción. De forma que con ésta mira las ansiedades propias de la vida laboral y personal se logran hacer llevaderas, evitamos acumular estrés y tensión y edificamos una vida con calidad.
EL FRAUDE DEL DESEQUILIBRIO QUÍMICO CEREBRAL
Al paso de los años, la psiquiatría ha convencido a millones de personas que sus cambios emocionales, es decir las altas y bajas del estado de ánimo, se deben a la deficiencia de serotonina y que solamente pueden ser aliviados solo si toman fármacos que trastornan la mente, como los antidepresivos.
No obstante, altos especialistas afirman que la teoría del desequilibrio químico es un fraude al 100%. El neurólogo pediatra Dr. Fred Baughman Jr., autor de El Fraude del TDAH, como la psiquiatría hace pacientes a niños normales, compareció ante el Senado del Estado de Georgia, y declaró: “Hay algo que ustedes deben saber acerca de los diagnósticos psiquiátricos: No existen tales cosas como un trastorno psiquiátrico, la enfermedad psiquiátrica o el desequilibrio químico psiquiátrico”.
Cuando la teoría del desequilibrio químico cerebral se emitió, fue cuestionada por la agencia informativa Today Show de la NBC, el entonces presidente de la Asociación Americana Psiquiátrica (APA, por sus siglas en inglés), el Dr. Steven Sharfestein, defendió ésta afirmación. Una avalancha de críticas y cuestionamientos sobre tal afirmación se hicieron patentes, varios días después Sharfestein se retractó públicamente diciendo que “no existe ‘ninguna prueba contundente de laboratorio’ que determine la existencia de un desequilibrio químico en el cerebro”.
El vocero de la APA, el Dr. Marc Graff, dijo que la teoría del desequilibrio químico del cerebro, “era probablemente una afirmación proveniente de la industria farmacéutica”
Que no es de sorprenderse, ya que representa más de $13 mil millones de dólares anuales por ventas tan sólo de antidepresivos, es un enorme incentivo por lo cual mentirle al público.
Cuando se le preguntó al Dr. David Burns, ganador del premio A.E. Bennett de la Sociedad de Bioética de Psiquiatría, sobre el estatus de la teoría del desequilibrio químico de la serotonina, dijo: “pasé los primeros años de mi carrera, investigando tiempo completo el metabolismo de la serotonina, pero nunca encontré ninguna evidencia convincente de que cualquier trastorno psiquiátrico, incluyendo la depresión, fuera debido a una deficiencia de serotonina del cerebro”, de hecho no hay forma de medir los niveles de serotonina en una persona viva, por lo que no hay forma de probar éstas teorías”.
A pesar de estos hechos, se les ha prescrito antidepresivos a decenas de millones de personas en todo el mundo, según uno de los laboratorios, más de 54 millones de personas consumen tan solo uno de ellos. Muchos de los consumidores creen, debido al bombardeo de publicidad, que están corrigiendo una condición física, condición que simplemente no existe.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés, de EU) que protege a la psiquiatría y a la industria farmacéutica, se ha asegurado que a la gente no se le haya dicho la verdad sobre la teoría del “desequilibrio químico”, o de los peligros de los fármacos prescritos para el supuesto tratamiento. El comisionado de la FDA Andrew C. von Eschenbach admitió que: “No hay pruebas de laboratorio que determinen la existencia del TDAH, de la bipolaridad o de la Ezquizofrenia. Más que diagnosticar una ‘enfermedad’ generalmente les dejamos esta decisión a los expertos... quienes tratan y estudian éstas entidades”.
Las compañías farmacéuticas dan apoyos económicos a los psiquiatras expertos, un análisis de los registros de Minnesota hecho por el New York Times, que es el único Estado que requiere de los expertos documentos de transparencia de todas las compañías farmacéuticas, como pagos por publicidad a los doctores, arrojaron la siguiente información, que de 1997 al 2005, más de una tercera parte de los psiquiatras con licencia para la práctica, recibieron dinero de la industria farmacéutica, incluso el octavo presidente de la Sociedad de Psiquiatría de Minnesota.
Es increíble que le tomara a la FDA por lo menos trece años antes de anunciar, a pesar de haber contado con esa información desde 1991 o antes, y publicar una advertencia acerca de que los antidepresivos causan “ansiedad, agitación, ataques de pánico, insomnio, irritabilidad, hostilidad, impulsividad, acatisia (intranquilidad severa), hipomanía (excitación anormal, manía leve) y manía (psicosis caracterizada por sentimientos exagerados y alucinaciones).
En 2004, al ordenar las advertencias mas severas que se deben escribir “dentro de un recuadro negro” en los empaques de antidepresivos, la FDA finalmente alertó al público del riesgo que tenían los niños y adolescentes al tomar antidepresivos, pero solo después de las innumerables tragedias que se habían registrado. En el 2006, la agencia emitió advertencias similares para las personas de 18 a 24 años. Los estudios muestran que también los adultos también corren el mismo riesgo de suicidarse, y que pueden ocurrir efectos serios al retirarlos, así como la “ideación homicida”. (ver articulo Prescription Havoc”en la pág. 20).
Los antidepresivos son peligrosos. Adicionalmente en enero del 2008, La revista New England of Medicine, publicó un estudio del Dr. Erick H. Turner, et all, que determinaron que la eficacia de los antidepresivos había sido exagerada. En dicho estudio, ellos revisaron los 74 estudios que se hicieron sobre una docena de antidepresivos y a los 12,564 pacientes que participaron en los estudios. De los 36 estudios que la FDA determinó que eran negativos o que tuvieron resultados cuestionables, nunca fueron publicados los resultados negativos de 22 de esos estudios. Y de los 14 estudios restantes, dijeron que 11 de éstos estudios habían estado mal caracterizados los resultados y los resultados negativos se presentaron como positivos.
Un mes después, la Public Library of Science, (PLOS) publicó un estudio encabezado por el Pprof. Irving Kirsh de la Universidad de Hull, quien había revisado 47 estudios, algunos de ellos habían sido publicados otros no, requeridos a través de la Ley de Transparencia de Estados Unidos, y encontró que no había prácticamente ninguna diferencia entre los antidepresivos y los placebos cuando se daban como tratamiento para la depresión leve.
Aparentemente había mejora en los pacientes con depresión muy aguda a quienes se les dio placebo reducido mas que a los que se les aumento los antidepresivos. “Esto quiere decir que la gente con depresión puede mejorar sin los tratamientos químicos” afirmó Kirch.
Mientras que los psiquiatras insisten en que la enfermedad es una condición neurobiológica, y han gastado miles de millones de dólares sin haber conseguido evidenciar esta teoría, el psicólogo Bruce Levine, autor de Commonsense Rebellion (La Rebelión del Sentido Común) está dentro de aquellos que han enderezado los conceptos diciendo: “No se han establecido marcadores bioquímicos o genéticos para el trastorno por déficit de atención, el trastorno oposicionista desafiante, la depresión, esquizofrenia, ansiedad, compulsión por el alcohol o el abuso de drogas, sobrealimentarse, apostar, o ningún otro de los supuestos enfermedades, males o trastornos mentales.
Un estudio hecho en noviembre del 2005 por Jeffrey Lacasse, conferencista invitado por la Universidad de Estado de Florida, y John Leo, profesor asociado de Neuroanatomía de La Universidad Lincoln Memorial, confirmó que “No existe ningún artículo que haya revisado hecho por algún colega que pueda citarse para apoyar la teoría de que la deficiencia de serotonina existan en ningún trastorno mental, mientras que sí existen los que presentan evidencia contraria a ello.”
Como parte de la farsa, muchos psiquiatras mandan estudios de escaneos cerebrales, para demostrar que existe los trastornos mentales. El psiquiatra Douglas Mar, quien trabaja en contra de esta práctica afirma: “No hay base científica que apoye estas teorías”.
Podemos hacer escaneos en todos los cerebros que queramos” dijo Grace Jackson, ex psiquiatra del servicio en la Marina de EU. y autora de Rethinking psychiatry drugs, Guide of Informed Consent Reconsiderando las drogas Psiquiatricas, guia del consentimiento informado, el hecho de que observemos cambios en los cerebros de muchas personas, cambios en la función, no quiere decir que hayamos descubierto nada que se haya originado en los cerebros, solo quiere decir que vemos cambios, pero no que haya algo mal en los cerebros”.
El diario norteamericano The New York Times, resumió en una investigación de 30 años, revelando que ningún psiquiatra o investigador ha establecido las imágenes neurológicas como medio para diagnosticar alguno de los trastornos mentales o determinar la causa biológica que las provoque.
En otros países fuera de Estados Unidos, donde la influencia de la publicidad de las farmacéuticas está limitada, las agencias reguladoras han tomado cartas en el asunto en cuanto la publicidad falsa o incorrecta. Hace algunos años por ejemplo El Consejo Médico de Irlanda prohibió al fabricante de Paxil que publicitara que el fármaco corrige el desequilibrio químico.
En el 2002, La Comisión de Publicidad de Holanda, ordenó a la Brain Foundation (Fundación del Cerebro), que dejara de hacer publicidad o promover que el TDAH sea una condición neurobiológica o una disfunción cerebral debido a que no hay ninguna evidencia que apoye éstas afirmaciones.
En Estados Unidos, sin embargo, a pesar de haberse informado los hechos, la FDA y la Comisión de Comercio Federal han permitido que la publicidad falsa se siga haciendo.
Una demanda creciente de culpabilidad de los psiquiatras y de los grupos de apoyo quienes reciben fondos económicos de sus industrias farmacéuticas, se encuentran promoviendo legislaciones federales y reformas a la FDA para que los beneficien.
LA VENTA DE LA ENFERMEDAD
La venta de la enfermedad ha sido un negocio muy lucrativo para las empresas farmacéuticas, ellas han logrado promocionar sus medicamentos, a través de estudios falsos y pagados para que se advierta de una enfermedad y de su posible aumento en la población de un país o a nivel mundial. Sin embargo que ética hay en las empresas farmacéuticas, que ponen el dinero antes de la salud de las personas.
¿Donde quedo el compromiso que tienen los profesionales del área de la salud, de buscar la salud y el bienestar de las personas? ¿Dónde ha quedado nuestra dignidad?
En el afán del ser humano por conseguir dinero se pierde, cada vez de manera más evidente el humanismo que nos debería caracterizar como especie animal pensante, obviándose los efectos secundarios de tantos fármacos por el hecho de ganar dinero, se han dejado de lado los valores, la ética y la moral.
Tal vez deberíamos preguntarnos qué tan importante es obtener un beneficio y a que costo se consigue, el mundo capitalista de alto consumo, nos enseña a pasar por encima de los demás y por encima de la norma. ¿Se podrá obtener una verdadera calidad de vida de esta forma?
Pero además de todo esto, también deberíamos cuestionarnos ¿qué hace la ley al respecto del problema?, ¿se hacen las correctas investigaciones?, ¿se deberían endurecer las sanciones? Debemos tomar conciencia y poner en práctica el verdadero sentido de la ética.
El hecho de cegar nuestra vista hacia temas tan punzantes no lograra acabarlos se necesita un compromiso por parte de todos, necesitamos concientizarnos, es un problema que nos concierne a todos. ¿Caerás tú en el juego del marketing o tomaras conciencia? ¿Qué harás al respecto?
LA ÉTICA EMPRESARIAL
La ética empresarial es una rama de la ética aplicada. Se ocupa del estudio de las cuestiones normativas de naturaleza moral que se plantean en el mundo de lo negocios. La gestión empresarial, la organización de una corporación, las conductas en el mercado, las decisiones comerciales, etc.
La ética empresarial se distingue, por un lado, de las ciencias empresariales o económicas puramente descriptivas (sin pretensiones normativas) tales como la econometría o la historia económica. Por otro lado, se diferencia de saberes con pretensiones normativas pero no de naturaleza moral, tales como la economía política o la contabilidad. Todas las ciencias con pretensiones normativas han de confrontar en algún momento sus supuestos normativos con preguntas como ¿cual es el fundamento de la pretensión normativa de esta ciencia? ¿en qué certezas basa su pretensión de proponer criterios justificados para la decisión y la acción? ¿son estos criterios universalmente válidos? etc.
La ética empresarial como disciplina académica suele abarcar uno o más de los siguientes temas: el estudio de los principios morales aplicables a la vida económica y empresarial; el estudio y crítica de los valores efectivamente dominantes en el ámbito económico en general y en cada una de las organizaciones, el análisis de casos reales que ejemplifican la responsabilidad de las organizaciones y de sus diversos constituyentes; el desarrollo de cuerpos normativos voluntarios o procedimientos estandarizados de gestión basados en principios y valores éticos; el seguimiento y descripción de la importación de estos códigos y procedimientos en organizaciones concretas, así como la observación de sus efectos en las propias organizaciones y su entorno.
También se ocupa con frecuencia la ética empresarial del estudio de las virtudes personales que han de estar presente en el mundo de los negocios. Se trata de mostrar que tales virtudes forman parte de la correcta comprensión de lo que es una buena vida para un directivo, para el grupo de personas que forman una organización o para la sociedad más amplia en que la organización misma se integra.(1)
Aunque las organizaciones las componen personas, y aunque el carácter personal de los directores tiene importancia decisiva en el perfil ético de las organizaciones, las responsabilidades corporativas no coinciden con las individuales, los métodos de decisión corporativas difieren de los personales, los principios y objetivos de las organizaciones están a veces por encima de las personas y los valores corporativos no tienen por que identificarse con los valores personales de los miembros de la organización. en definitiva, la ética empresarial tienen componentes -los organizacionales- que la distinguen netamente de la ética individual.
Cuando se habla de institucionalización de la ética empresarial nos referimos a los mecanismos objetivos (códigos, documentos formales, programas de formación, comités específicos, asesorías, procedimientos documentados de decisión, sistemas de gestión, etc.) Mediante lo que se trata de hacer efectivos los valores o principios éticos de una organización. la ética empresarial es, como hemos dicho, una ética de las organizaciones. (Mac Lagan, 1998: Lozano, 1999 p-51) y por ello ha de adquirir un nivel de formalidad innecesario en la ética individual.
Tanto los fundamentos como los valores, normas o principios que una ética empresarial pudiera proponer estarán dirigidos a la organización y en consecuencia han de adoptar la forma que tenga sentido y que sea eficaz en términos organizativos.
Mientras la ética individual apela a la conciencia o a la razón de cada persona, la ética de las organizaciones ha de apelar al equivalente organizativo, que son procesos que determinan las decisiones y comportamientos de las organizaciones.
La ética individual y la ética organizacional no pueden separarse tajantemente porque al fin y al cabo, quienes realizan las tareas en las organizaciones son personas concretas con su ética privada y sus convicciones personales sobre que se debe hacer en cada momento. Además, algunas de esas personas pertenecen a colegios o sindicatos profesionales, que imponen a sus miembros normas deontológicas estrictas a las que deben atenerse en su trabajo. Casi todas las grandes corporaciones han entendido que una organización responsable es algo más que una suma de personas virtuosos y profesionalmente íntegras.
Así lo demuestra la historia de la ética corporativa, que en EEUU acumula ya varias décadas. (2)
Hay muchas razones para plantearse la necesidad de una ética de las organizaciones como ámbito de estudio específico de la ética aplicada. Una de las más sobresalientes es que la ética corporativa ha de hacerse pública; no puede quedar como habitualmente sucede en las convicciones morales individuales, en el "fuero interno". Enfrentadas a sus responsabilidades, las organizaciones no pueden albergar "sentimientos" morales (culpabilidad, vergüenza, orgullo, sentido del deber) como les sucede a las personas que han tenido alguna educación moral. Las organizaciones han de responder a sus responsabilidades con decisiones colectivas.
Razones para una ética de las organizaciones
Las razones por las que una ética organizativa se hace necesaria han sido destacadas por los estudios del desarrollo corporativo en la era posindustrrial y poscapitalista. Se trata de las circunstancias que presionan en las empresas y que las abocan a adoptar respuestas globales y proactivas. Las grandes organizaciones actuales están sometidas a demandas tradicionales de los que podemos llamar 'agentes internos' como trabajadores y accionistas se transforman.
Desde todos los lugares (desde fuera y desde dentro) se presiona a las organizaciones porque ellas tienen gran influencia sobre las vidas de mucha gente y una gran capacidad de poder efectivo en un mundo globalizado. Con frecuencia las organizaciones multinacionales tienen más influencia, capacidad y poder que los estados.
Por eso ellas son el objeto de las presiones y las demandas de quienes se sienten de algún modo afectados o se erigen en portavoces de los afectados por sus actividades o por las consecuencias de las mismas. Se les responsabiliza porque muchas veces solo ellas pueden evitar determinados resultados o, si ya ha ocurrido, repararlos. Y en el caso particular de las empresas con ánimo de lucro, porque ellas se benefician principalmente de actividades cuyas consecuencias negativas pueden sufrir otros.
El que una organización deba responsabilizarse de sus actos no es nuevo. En todos los países desarrollados hay legislación detallada, civil, penal, laboral, administrativa, mercantil, que especifica que responsabilidades tienen las personas y las corporaciones. En los países desarrollados hay además sistemas judiciales suficientemente fiables que tratan de imponer las responsabilidades legales cuando es necesario. Lo que es nuevo es la conciencia social de que esa responsabilidad corporativa existe, y que debe hacerse efectiva incluso cuando la ley no alcanza a imponerla. por ejemplo cuando atañe a hechos realizados fuera de las fronteras del país de nacionalidad de la corporación, cuando ninguna ley protege el bien afectado o cuando el procedimiento de reparación judicial es tan lento que resulta inútil. en estos casos, y en muchos toros, agentes externos e internos presionan directamente a la organización, en la medida que pueden para que se responsabilicen de sus acciones, al margen de si tienen o no una obligación legal de hacerlo. Esas presiones, que de algún modo suponen el reconocimiento de la impotencia del Estado frente a las organizaciones, pueden conducir, cuando se acumulan, a lo que podemos llamar "bancarrota moral" de esas mismas organizaciones. En cierto momento, una organización que haya descuidado sus responsabilidades puede encontrarse ante una bancarrota de este tipo, y que conduce a una bancarrota contable y que acaba por erosionar la confianza de los consumidores, los gobiernos, y los mercados financieros. Las organizaciones con una sólida cultura ética se caracterizan por anticipar esas demandas asumiendo sus responsabilidades antes que sean planteadas como quejas, o antes que se produzca el daño. Esto es lo que podemos llamar una actitud proactiva, para distinguirla de la actitud reactiva que se basa en responder a las demandas una vez que han sido formuladas.
La ética empresarial se distingue, por un lado, de las ciencias empresariales o económicas puramente descriptivas (sin pretensiones normativas) tales como la econometría o la historia económica. Por otro lado, se diferencia de saberes con pretensiones normativas pero no de naturaleza moral, tales como la economía política o la contabilidad. Todas las ciencias con pretensiones normativas han de confrontar en algún momento sus supuestos normativos con preguntas como ¿cual es el fundamento de la pretensión normativa de esta ciencia? ¿en qué certezas basa su pretensión de proponer criterios justificados para la decisión y la acción? ¿son estos criterios universalmente válidos? etc.
La ética empresarial como disciplina académica suele abarcar uno o más de los siguientes temas: el estudio de los principios morales aplicables a la vida económica y empresarial; el estudio y crítica de los valores efectivamente dominantes en el ámbito económico en general y en cada una de las organizaciones, el análisis de casos reales que ejemplifican la responsabilidad de las organizaciones y de sus diversos constituyentes; el desarrollo de cuerpos normativos voluntarios o procedimientos estandarizados de gestión basados en principios y valores éticos; el seguimiento y descripción de la importación de estos códigos y procedimientos en organizaciones concretas, así como la observación de sus efectos en las propias organizaciones y su entorno.
También se ocupa con frecuencia la ética empresarial del estudio de las virtudes personales que han de estar presente en el mundo de los negocios. Se trata de mostrar que tales virtudes forman parte de la correcta comprensión de lo que es una buena vida para un directivo, para el grupo de personas que forman una organización o para la sociedad más amplia en que la organización misma se integra.(1)
Aunque las organizaciones las componen personas, y aunque el carácter personal de los directores tiene importancia decisiva en el perfil ético de las organizaciones, las responsabilidades corporativas no coinciden con las individuales, los métodos de decisión corporativas difieren de los personales, los principios y objetivos de las organizaciones están a veces por encima de las personas y los valores corporativos no tienen por que identificarse con los valores personales de los miembros de la organización. en definitiva, la ética empresarial tienen componentes -los organizacionales- que la distinguen netamente de la ética individual.
Cuando se habla de institucionalización de la ética empresarial nos referimos a los mecanismos objetivos (códigos, documentos formales, programas de formación, comités específicos, asesorías, procedimientos documentados de decisión, sistemas de gestión, etc.) Mediante lo que se trata de hacer efectivos los valores o principios éticos de una organización. la ética empresarial es, como hemos dicho, una ética de las organizaciones. (Mac Lagan, 1998: Lozano, 1999 p-51) y por ello ha de adquirir un nivel de formalidad innecesario en la ética individual.
Tanto los fundamentos como los valores, normas o principios que una ética empresarial pudiera proponer estarán dirigidos a la organización y en consecuencia han de adoptar la forma que tenga sentido y que sea eficaz en términos organizativos.
Mientras la ética individual apela a la conciencia o a la razón de cada persona, la ética de las organizaciones ha de apelar al equivalente organizativo, que son procesos que determinan las decisiones y comportamientos de las organizaciones.
La ética individual y la ética organizacional no pueden separarse tajantemente porque al fin y al cabo, quienes realizan las tareas en las organizaciones son personas concretas con su ética privada y sus convicciones personales sobre que se debe hacer en cada momento. Además, algunas de esas personas pertenecen a colegios o sindicatos profesionales, que imponen a sus miembros normas deontológicas estrictas a las que deben atenerse en su trabajo. Casi todas las grandes corporaciones han entendido que una organización responsable es algo más que una suma de personas virtuosos y profesionalmente íntegras.
Así lo demuestra la historia de la ética corporativa, que en EEUU acumula ya varias décadas. (2)
Hay muchas razones para plantearse la necesidad de una ética de las organizaciones como ámbito de estudio específico de la ética aplicada. Una de las más sobresalientes es que la ética corporativa ha de hacerse pública; no puede quedar como habitualmente sucede en las convicciones morales individuales, en el "fuero interno". Enfrentadas a sus responsabilidades, las organizaciones no pueden albergar "sentimientos" morales (culpabilidad, vergüenza, orgullo, sentido del deber) como les sucede a las personas que han tenido alguna educación moral. Las organizaciones han de responder a sus responsabilidades con decisiones colectivas.
Razones para una ética de las organizaciones
Las razones por las que una ética organizativa se hace necesaria han sido destacadas por los estudios del desarrollo corporativo en la era posindustrrial y poscapitalista. Se trata de las circunstancias que presionan en las empresas y que las abocan a adoptar respuestas globales y proactivas. Las grandes organizaciones actuales están sometidas a demandas tradicionales de los que podemos llamar 'agentes internos' como trabajadores y accionistas se transforman.
Desde todos los lugares (desde fuera y desde dentro) se presiona a las organizaciones porque ellas tienen gran influencia sobre las vidas de mucha gente y una gran capacidad de poder efectivo en un mundo globalizado. Con frecuencia las organizaciones multinacionales tienen más influencia, capacidad y poder que los estados.
Por eso ellas son el objeto de las presiones y las demandas de quienes se sienten de algún modo afectados o se erigen en portavoces de los afectados por sus actividades o por las consecuencias de las mismas. Se les responsabiliza porque muchas veces solo ellas pueden evitar determinados resultados o, si ya ha ocurrido, repararlos. Y en el caso particular de las empresas con ánimo de lucro, porque ellas se benefician principalmente de actividades cuyas consecuencias negativas pueden sufrir otros.
El que una organización deba responsabilizarse de sus actos no es nuevo. En todos los países desarrollados hay legislación detallada, civil, penal, laboral, administrativa, mercantil, que especifica que responsabilidades tienen las personas y las corporaciones. En los países desarrollados hay además sistemas judiciales suficientemente fiables que tratan de imponer las responsabilidades legales cuando es necesario. Lo que es nuevo es la conciencia social de que esa responsabilidad corporativa existe, y que debe hacerse efectiva incluso cuando la ley no alcanza a imponerla. por ejemplo cuando atañe a hechos realizados fuera de las fronteras del país de nacionalidad de la corporación, cuando ninguna ley protege el bien afectado o cuando el procedimiento de reparación judicial es tan lento que resulta inútil. en estos casos, y en muchos toros, agentes externos e internos presionan directamente a la organización, en la medida que pueden para que se responsabilicen de sus acciones, al margen de si tienen o no una obligación legal de hacerlo. Esas presiones, que de algún modo suponen el reconocimiento de la impotencia del Estado frente a las organizaciones, pueden conducir, cuando se acumulan, a lo que podemos llamar "bancarrota moral" de esas mismas organizaciones. En cierto momento, una organización que haya descuidado sus responsabilidades puede encontrarse ante una bancarrota de este tipo, y que conduce a una bancarrota contable y que acaba por erosionar la confianza de los consumidores, los gobiernos, y los mercados financieros. Las organizaciones con una sólida cultura ética se caracterizan por anticipar esas demandas asumiendo sus responsabilidades antes que sean planteadas como quejas, o antes que se produzca el daño. Esto es lo que podemos llamar una actitud proactiva, para distinguirla de la actitud reactiva que se basa en responder a las demandas una vez que han sido formuladas.
Los actos de las empresas y de los individuos que hacen parte de ellas, repercuten de manera positiva o negativa en otras empresas, otros individuos u otros procesos
La cuestión ética es de gran relevancia para todo individuo y se extiende al ámbito empresarial. En cada decisión que se tome, estará inmiscuido algo de ética. Trátese de negociaciones con proveedores o con el sindicato, de contrataciones o despidos de empleados, de asignación de responsabilidades o de lanzar una promoción, la ética siempre está presente.
Actualmente, cuando existen más organizaciones que pugnan por la transparencia y con la internet como herramienta de democratización y movilización social, las empresas tienen como uno de sus cimientos la ética corporativa. Bien cita Quirilio Matos a Rinnov Kan, director de uno de los grupos financiero más importantes de Holanda, "Sin valores sólidos estamos coqueteando con el desastre. Con valores sólidos, podemos enfrentar a los mercados internacionales." Pero, sin duda, hay quienes ponen por encima de la ética y los valores los resultados financieros, pero no se dan cuenta que la ética corporativa puede ser una fuente de ventajas competitivas, ya que por medio de ella se pueden atraer clientes y personal de primer nivel.
A través de la ética se puede acabar con prácticas corruptas que destruyen valor y dañan la economía y la sociedad, si ponderamos más la cultura organizacional, con valores comunes (más que códigos o reglas) que sirvan como sendero de los individuos que conforman las organizaciones podríamos dar mayores componentes éticos a una empresa. Si nos basamos en que el capital humano es uno de los mayores activos empresariales, si no el mayor, y tomamos conciencia que estas personas valen por sí mismas, que se les debe respetar y que no se les puede tratar como un medio sino como un fin, habremos dado el primer paso para fundamentar éticamente las instituciones. Una organización que viva según los cinco valores básicos: igualdad, libertad, dialogo, respeto y solidaridad estará mejor preparada para el futuro.
La ética empresarial en cifras
Según la Ethics Officer Association las empresas que figuran en el Fortune 500 cuentan con códigos de conducta.
La ética empresarial en cifras
Según la Ethics Officer Association las empresas que figuran en el Fortune 500 cuentan con códigos de conducta.
Estamos viviendo tiempos de globalización que han hecho que las organizaciones sean más planas, más descentralizadas y con empleados más autónomos y con mayor poder de decisión, por esto se hace necesario que las relaciones no sólo al interior de las empresas sino entre empresas y demás organizaciones, se basen en los cinco valores arriba mencionados, lo cual generará mejores patrones de conducta y permitirá generar valor.
Los componentes de una empresa ética.
Aunque pueden ser innumerables, los siguientes darían lugar a las bases de una ética organizacional:
1. Vivir de acuerdo con los cinco valores fundamentales
2. Una cultura organizacional con valores comunes para sus miembros
3. Luchar por alcanzar la satisfacción de todos los agentes involucrados en la empresa: accionistas, directivos, empleados, proveedores y clientes
4. Asumir la responsabilidad social por sus actuaciones
5. Pesa más el contrato moral entre la empresa y sus integrantes y asociados que el mero contrato legal
Cuando se logran incorporar estos componentes básicos se llega a generar mayor valor económico, ya que las relaciones, no sólo laborales, sino entre proveedor y empresa, cliente y empresa, etc., mejorarán y el tiempo y los recursos que se invertían en mejorar las ineficiencias que se presentaban en dichas relaciones, podrá ser invertido en aquellos aspectos que lo demanden. La ética suele mejorar el funcionamiento de la empresa mediante varias vías:
Reduce los conflictos de los miembros que la forman.
2. Una cultura organizacional con valores comunes para sus miembros
3. Luchar por alcanzar la satisfacción de todos los agentes involucrados en la empresa: accionistas, directivos, empleados, proveedores y clientes
4. Asumir la responsabilidad social por sus actuaciones
5. Pesa más el contrato moral entre la empresa y sus integrantes y asociados que el mero contrato legal
Cuando se logran incorporar estos componentes básicos se llega a generar mayor valor económico, ya que las relaciones, no sólo laborales, sino entre proveedor y empresa, cliente y empresa, etc., mejorarán y el tiempo y los recursos que se invertían en mejorar las ineficiencias que se presentaban en dichas relaciones, podrá ser invertido en aquellos aspectos que lo demanden. La ética suele mejorar el funcionamiento de la empresa mediante varias vías:
Reduce los conflictos de los miembros que la forman.
Mejora la imagen exterior de si misma.
Supone un componente esencial del concepto de "calidad total", tan importante hoy día.
Valores básicos
*Igualdad *Respeto *Libertad *Dialogo *Solidaridad
Valores básicos
*Igualdad *Respeto *Libertad *Dialogo *Solidaridad
Cabe aclarar que un comportamiento empresarial ético no es la panacea para todos los problemas, ni conduce cien por ciento al crecimiento y la prosperidad, pero no nos engañemos, el comportamiento no ético tampoco y sí puede acarrear problemas, tanto interna como exteriormente.
El desarrollo económico es la capacidad de países o regiones para crear riqueza a fin de promover y mantener la prosperidad o bienestar económico y social de sus habitantes. Se conoce el estudio del desarrollo económico como la economia del desarrollo.
La política pública generalmente apunta al crecimiento continuo y sostenido económico, y la extensión de la economía nacional de modo que 'los países en vía de desarrollo' se hagan 'países desarrollados'. El proceso de desarrollo económico supone ajustes legales e institucionales que son hechos para dar incentivos para fomentar innovaciones e inversiones con el propósito de crear un eficiente sistema de producción y un sistema de distribución para los bienes y los servicios. Para entender por qué ahora solo 1/5 del mundo se considera "desarrollado" (principalmente Japón, Europa occidental , Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, y pocos más), se debe tener en cuenta que el mundo, desde el punto de vista de un país desarrollado, es un mundo de pobreza y escasez y por lo tanto es fundamental el reconocimiento de que no es que los otros 4/5 del mundo están retrasados, es más bien que el primer mundo ha tenido el "milagro" del desarrollo industrial - capitalista que se originó en Gran Bretaña hacia el fin del s. XVIII y el comienzo del s. XIX y después se difundió a otros países del Primer Mundo.
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